El día esperado por muchos alumnos de la Facultad de Arquitectura que se recibían, fue un día festivo también para los amantes del arte y la moda.
Digo arte ya que la diseñadora de moda de origen español, Agatha Ruiz De La Prada, siente el diseño de indumentaria como expresión de su arte.
Nos ha contado en esta maravillosa oportunidad que viene de una familia generacional de arquitectos. Sin querer o no sus prendas llevan una arquitectura.
El color, las formas, todo despierta vida. Es vida que irrumpe, alegra, casi como un pincel en manos de un pintor, es que ella vive la vida. Pintando sus vestimentas, sus días, sus emociones.
Nos cuenta un poco de su trayectoria desde sus veinte años, cuando comenzó con su marca Agatha Ruiz De La Prada. En aquel entonces, para conseguir tela estampada a su gusto debía comprar un metraje costoso. Hoy cuenta ella que esta realidad a cambiado. Se puede mandar a imprimir el estampado o motivo por la cantidad necesaria.
Esto es muy bueno para los recientes diseñadores que escuchan lo laborioso que debe haber sido luchar con esa realidad costosa.
Entusiasta del color como pocos, se me viene a la memoria los cuadros de Van Gogh rebosante de luz, vida, expresión clara del amor a la vida misma.
Destierra el negro, no ubicandolo como color supongo que no hace referencia a algo bueno en la vida. Si de disfrutarla se trata es bien entendible que no forme parte de su paleta de colores.
Los corazones, repetidamente representados casi sinónimos de sus creaciones, no hacen más que refrescar el amor hacia sus objetos, llámese lentes, etc. Es como un ícono de su destellante obra.
El piano, diseño que reitera en sus versiones coloridas es como llevar para de tu vida contigo fuera de tu habitación fuera de tu espacio hacia el exterior. Compartir con el mundo su mundo.
Hay en su haber una cantidad impresionante de diseños a lo largo de su trayectoria, actualmente el diseño de estampado lo ha llevado a productos accesibles como lo son las mochilas, estuches, etc. Siendo estos productos un éxito, ya que está a mano de mayor público.
Una parte de Agatha Ruiz De La Prada la visten admiradores de su obra, tanto como objetos o lentes, o lo que fuere son representantes de su presencia en la vida de cada uno de sus seguidores que se visten un poco con su personalidad.
En un momento de la charla casi al comienzo, se escucha un ruido como de latas que detienen la conferencia. Aparecen unos muchachos y muchachas, como cinco personas, “diciendo aquí estamos”. Rompiendo con lo protocolar le mencionan a la invitada de honor, la lucha diaria que llevan para despuntar en un país un poco gris cuando no negro.
Lo más destacable de este grupo de cinco es que le obsequian una prenda estudiada para la personalidad de Agatha Ruiz De La Prada. Es un pilot colorido azul, transparente y algo de negro, creo que con lunares grandes.
La invitada de honor a venido a un país gris desde generaciones a romper los paradigmas a decirle a nuestros compatriotas sin querer que pinten su vida, de alguna manera nos dice coloreen, vistan, sean portadores del arte.
Cristina Pereira
Diseñadora de Moda.